Capítulo 1 - Algo inesperado.
- Hola Tom.
- Hola Belinda.-dijo dándome dos besos.- Eres mucho más guapa en persona que por la cam.-dijo sonriendo.
- Gracias y por favor, ya te dije que no me llamases Belinda, es Bel. ¿De acuerdo?
- Como diga la señorita.-dijo haciendo una reverencia.
- Por favor que pasa gente.
- De acuerdo, ¿vamos yendo para el cine? Es pronto pero más vale ir pronto que tarde ¿no?
- Sí.
Mientras íbamos al cine fuimos hablando, riéndonos…
- Dos para “Tres metros sobre el cielo”, por favor.-dijo Tom.
- ¿En la última fila le parece bien?
- Sí.
- Pues son 10.60 € por favor.
- Toma mi parte.-dije dándole lo que me correspondía.
- Invita la casa. Guárdatelo anda.
- Gracias.-dije mientras guardaba el dinero en la cartera.
Le dio las dos entradas y fuimos a hacer cola para coger las palomitas y la bebida. ¿Qué es un cine sin palomitas?
- A las palomitas invito yo también.
- No hace falta.
- Si que hace.-dijo él.
Antes de pasar a las sala nos sentamos en unos sillones a hablar un poco de nosotros.
- Bueno yo te he dicho lo que me pareces, pero tu a mi no.
- Me resultas muy atractivo y no tienes la nariz tan grande como me dijiste.
- Bueno, ¿pasamos ya?- dijo cambiando de tema.
- Vale.
Mientras veíamos la película íbamos comiendo palomitas los dos del mismo lugar y en varias ocasiones nuestras manos se habían tocado.
Cuando acabé no pude evitar soltar alguna lágrima.
- ¿Estas llorando?
- No, que va. Solo que me pica mucho el ojo.
- Claro…
- ¡Es verdad!
- Si te creo. ¿Dónde quieres que vayamos?
- Me da igual, podíamos ir al parque del lago.
- ¿Y algo mas cercano?
- El parque de los patos.
- Vale.
Para ir al parque de los patos desde donde estábamos había que pasar por un pequeño atajo que siempre estaba muy oscuro, pero con Tom no tenía porque tener miedo.
Cuando pasamos por el atajo Tom se apoyó en la pared poniéndome a mi encima suya.
- ¿Qué haces?-pregunté sonriendo.
- Nada.
Me miró a los ojos y noté que cada vez su cara estaba mas cerca de la mía, nuestros alientos se mezclaban, y entonces me besó.
Yo le seguí, su respiración empezó a acelerarse, me besaba con más pasión y me quitó la chaqueta.
- Para, por favor.
- No.
Intenté soltarme pero él no me dejó.
- ¡Suéltame!
- ¿Por qué? Si lo deseas tanto como yo.
- Tom suéltame por favor. Me tengo que ir a casa.
- No, ahora eres mía.
Intenté soltarme pero me apretó todavía más fuerte mientras sacaba una navaja del bolsillo, me rasgó la ropa y me puso la navaja en el cuello.
- Como intentes moverte, te mato. Te lo juro.
Empezó a tocarme por todos lados y cuando se cansó se desabrochó los pantalones, me bajó a mi los míos y entró en mi.
Yo no paraba de llorar.
Se subió los pantalones y salió corriendo dejándome ahí tirada, medio desnuda y sin nada que hacer.
¡Vaya!
ResponderEliminarHa sido impactante la escena ... Sólo de imaginarme a Tom así me entran ganas de darle de ostias.
Increible para ser la primera entrada de la historia.
Un beso, te sigo =)
Esta super bien. Espero que vuestro blog siga más adelante *-* Avisadme cuando tengaís el capitulo dos! :D
ResponderEliminarUn beso, os sigo=)