Capítulo 2- Salvada.
No se cuanto tiempo estuve allí tirada, con muchísimo frío y completamente destrozada. Mi bolso estaba a unos pasos de mí, intenté alcanzarlo con la mano para coger el móvil y llamar a quién fuera, me daba igual con tal de que me sacara de aquel lugar. La muerte me parecía incluso mejor que como estaba. Me intenté tapar como pude con la ropa destrozada, pero no servía para nada. Me hice un ovillo y me quedé allí, intentando guardar el calor. Muchas chicas pasaban apuradas por el callejón, sin percatarse apenas en mí, con miedo. No las culpaba, yo también tenía miedo al pasar por allí, ahora dudaba que pasara. Al cabo de un rato oí dos pares de pasos acercarse a mí, y empecé a escuchar su conversación.
-Y… ¿Dónde vamos a cenar?- preguntaba una voz femenina.
-Pues en una hamburguesería.- respondía ahora una masculina.
-No seas tonto… ¿no tienes pensado nada más romántico?
-Pues no.- y se rió.
Ambos pasaron a mi lado, la chica pasó de mí, fingió que no me había visto, pero su acompañante me miró fijamente y se quedó allí parado. Yo le miré durante unos segundos, con los ojos bañados en lágrimas secas por el frío, pero enseguida aparté al mirada.
-¿A que esperas?- le preguntó la chica, y entonces se percató en que me estaba mirando.- Es solo una muerta de hambre de esas que duermen en la calle…
-No es una muerta de hambre.- dijo soltando la mano que tenía agarrada a aquella chica.
Se quitó su chaqueta de cuero y me la puso, abrochándola para que no pasara frío.
-¿Pero que haces?
-La voy a llevar al hospital, no me da buena espina, está llena de heridas por todas partes y tiene toda la ropa rasgada.
-Pero si no la conoces de nada.
-Eso no significa que no la tenga que ayudar.
-¿Me vas a dejar plantada otra vez? O vienes y la dejas ahí o habremos roto.
-Pues entonces hemos roto.
La chica se marchó cabreada y él me tendió una mano para poder levantarme, yo la miré y volví a esconder la mirada.
¿Por qué me quería ayudar? Ya había pasado un montón de gente y me había dejado ahí, lo más lógico es que él hiciera lo mismo, pero parecía salirse de lo lógico, porque al ver que no cogía su mano me cogió en volandas, se agachó y cogió mi bolso.
Me llevó hasta un garaje y me montó en su coche. Puso la calefacción para que me calentara y salió rumbo al hospital.
-¿Cómo te llamas?
Yo no respondí, estaba aterrorizada aún, ¿qué más querría hacerme él? Quizá todavía no hubiera pasado lo peor.
-Bien…
Llegamos al hospital, me pusieron en una camilla y me llevaron a curarme y hacerme pruebas.
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¿De verás había roto con Verónica por una desconocida? Todavía no asimilaba la noticia. Llevaba tiempo queriendo romper con esa relación, no era feliz, pero nunca pensé que romperíamos en esas circunstancias. Pensaba esto mientras que estaba en la sala de espera del hospital, esperando haber si salía ya aquella chica.
Todavía no sabía su nombre, y al paso que íbamos… Entonces me dí cuenta, tenía su bolso en mis manos. Lo abrí y busqué el DNI, allí estaba, Belinda… Un bonito nombre, y una chica bonita, ¿que la habría pasado? No conseguía averiguarlo por más vueltas que le daba, pero estaba muy asustada, y yo sentía la necesidad de protegerla.
Después de un rato pude pasar a verla.
-Hola.
Ella no me respondió.
-Belinda ¿no? Te cogí tu bolso en la calle.- dije intentando sacarla algo.
-Bel.
-Por fin escucho tú voz. ¿Qué te ha pasado?
No la dio tiempo a contestar, la enfermera llegó justo en ese momento.
-Creo que a eso le puedo responder yo, mejor no hacerla mencionar mucho el tema.- la miré curioso por saber cual era su historia.- Salgamos fuera un momento.
Salimos dejando a Belinda, bueno, Bel, en la habitación.
-¿Y bien?
-La hemos estado haciendo unas pruebas, revisando y curando las heridas. Al parecer, el mismo que la hizo esas heridas, la violó.
-¿Qué?- pregunté alarmado, ahora entendía que estuviera tan asustada.
-Pues si, la violó, y lo peor es que está embarazada. No hemos podido contactar con su familia para decírselo. Trabaja aquí haciendo unas prácticas, e mirado en su ficha y vive sola, me gustaría, si no es mucha molestia que contacte con su familia para que no esté sola, va a necesitar mucho apoyo.
-No será problema, me la llevaré a mi casa.
-¿Está seguro? Antes no ha querido que la revisara un hombre… Ha debido de coger miedo, está como en estado de shock.
-Mi hermana vive conmigo, así no estará sola.
-Bien, pues entonces no tengo ninguna objeción, creo que debemos pasar y contárselo.
-Sí.- respondí.
No sabía porque estaba haciendo esto, solo que estaba indefensa y que necesitaba ayuda. Pensaba en esto mientras que entrábamos en la habitación dónde estaba ella para darle la noticia.
Muy chulo, espero con impaciencia el segundo :)
ResponderEliminarPobre. Espero que encuentren poco después a ese miserable. Ha sido una bonita acción del chico querer ayudarle sin conocerla =)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el capítulo 2.
Besos.
Espero el siguiente [si, acabo de engancharme x)] con ganas !! :D
ResponderEliminarPásate cuando quieras por mi blog! :)
Momobesos de peluche.