viernes, 15 de abril de 2011

Difícil Decisión Capítulo 6

Capítulo 6. Secuestro
-Hombre…Pero si es mi chica…
-Yo nunca he salido contigo.- dije con miedo.
-Podríamos haberlo hecho, pero tú no quisiste.
-Me violaste en cuanto nos conocimos.
-Cariño, las relaciones no van tan lentas, avanzan.-dijo acercándose, a lo que yo me fui alejando más
-¿Y esa era la manera de avanzar?
-La única disponible. Pero bueno, olvidemos el pasado, vente con nosotros, seguro que estás mejor que con ese tal John. Verónica me ha hablado mucho de él.
-No me pienso ir con vosotros.-dije levantándome y alejándome.
-Pues si no vienes por las buenas vendrás por las malas.- dijo finalmente.
Yo empecé a correr sin rumbo, solo para escapar de él. Pero el embarazo no me ayudaba, además ellos eran dos, y yo era una. Fui tan torpe que me tropecé y caí al suelo sin poder levantarme, no me quedaban fuerzas.
Tom y Verónica llegaron detrás y cada uno me cogió de un brazo, me levantaron entre los dos y me llevaron hacia un coche.
-¡Soltarme!- grité removiéndome sin éxito.
Tom me cogió en volandas mientras que Verónica abría la puerta del coche. Me echó dentro del coche y con cinta aislante me ataron las manos a la espalda y los pies. Luego cogieron un trozo pequeño y me taparon la boca para que no pudiera gritar.
-Bueno cariño, ahora cuando lleguemos nos divertiremos un rato…- dijo con una sonrisa de satisfacción en el rostro.
-Ya sabes cual es la otra parte del plan Tom, más te vale que le traigas aquí como sea.
-Lo sé, teniéndola a ella lo tendremos todo.
-¿Te has dado cuenta?- preguntó Verónica.
-¿De qué me tendría que dar cuenta?
-Está embarazada.
-¿Cómo? Ya nos lo contará cuando lleguemos, aún así nos va servir igual.
-Dirás que te va a servir igual.
-No, a ti también si quieres que John venga.
¿Cómo? ¿Ahora querían que John viniera también? No tenía ni idea de lo que me harían a mi, pero ahora por mi culpa el también corría peligro, y encima se habían dado cuenta de que estaba embarazada, todos corríamos un grave peligro.
Seguimos un rato más de viaje, hasta que finalmente sentí como el coche se detenía y la puerta se abría. Tom me volvió a coger en volandas y entramos en una casa que no conocía de nada. La casa estaba más bien abandonada, o eso parecía por fuera, pero por dentro estaba todo perfectamente colocado.
Me bajaron al sótano, que estaba completamente vacío, y me tiraron al suelo que estaba helado.
Verónica se arrodilló y me quitó la cinta aislante de la boca.
-Habla, ¿de quién es el bebé?
-De Tom…-dije con miedo de lo que me pudieran hacer.
-¡Mentira!- dijo dándome una bofetada fuertemente en la cara.
-Es…verdad.- dije con la voz temblorosa.
-Ambas sabemos que ese bebé es de John, que te le metiste en la cama el primer día y luego dijiste que era de Tom.
-No…
-¡Cállate y deja de decir mentiras!- dijo dándome una patada en el costado con la que yo siseé de dolor.
-¿Qué pasa?- dijo Tom entrando por la puerta.
-Esta mentirosa que dice que el bebé es tuyo. No la creas Tom, seguro que es de John.
-¿Con qué diciendo mentiras ee? Creo que es hora de divertirnos un rato…
-Espera, tenemos que llamar a John para que venga.
-Primero deja que me divierta un rato…-dijo acercándose a mi con una navaja de la mano.
Empezó a rajarme toda la ropa dejando mi cuerpo desnudo, se bajó los pantalones y me violó con fuerza a la vez que me manoseaba y me lamía todo el cuerpo mientras yo gritaba y lloraba.
-¿La hago callar?- preguntó Verónica desde el otro lado de la habitación.
-No, me divierto más así…-dijo maliciosamente.
Cuando se sintió satisfecho se abrochó los pantalones y volvió a atarme con la cinta aislante los pies, luego me ató la cintura a un palo que había en una esquina para que no me moviera. Yo me quedé allí quieta, destrozada como me dejó al primera vez, incluso peor, pues sabía que esta no sería la única vez.

lunes, 4 de abril de 2011

Dificil decisión - Capítulo 5

Capítulo 5- Algo va mal

No conseguí dormir nada por la noche y me encontraba algo mareada.
Cuando me encontré algo mejor, me levanté y me puse a andar sin un destino.

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Me desperté con dolor de cuello. Me dirigí a la cocina y Ayleen ya estaba allí sentada sin decir nada.
- Buenos días.
No obtuve respuesta alguna y me alteré.
- ¿Qué pasa? ¿Y Bel?
Me dio un papel y empecé a leer:
“Bueno, deciros que siento mucho todas las molestias, de verdad no me merecía tanto, ni vuestra preocupación ni vuestras atenciones. En este problema me metí yo solita y yo solita me encargaré de él, vosotros no tenéis porque encargaros de esto. Así que he decidido que lo mejor es irme, así dejaré de ser un estorbo para todos, pero tranquilos me cuidaré estaré bien. No sé como agradeceros todo, así que estaré en deuda con vosotros eternamente, porque os debo mi vida al fin y al cabo, esa noche habría muerto. Y… John, si estas leyendo esto… No deberías haber dejado a tu novia por ayudarme, se que te arrepientes por ello, y por eso os dejo el camino libre, deberías disculparte, seguro que te perdona, no creo que deje de escapar a un chico como ti, sería tonta si fuera así.
Adiós.
Besos, Bel.”
- No puede ser-dije mientras empecé a llorar-.
Cogí las llaves y la chaqueta.
- Llama a la policía, voy a buscarla-dije mientras salía por la puerta-.
Empecé a buscarla por todas partes pero ni rastro de ella.
En ese momento sonó mi móvil.
- John, la policía esta ya aquí, van a salir ahora a buscar también.
- De acuerdo.

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Cuando empecé a tener hambre entré en un bar y con el dinero que cogí me pedí dos filetes y algo de beber.
Cuando acabé me fui de nuevo a andar sin ningún destino.
Estaba muy débil y cansada y no podía andar mucho así que me senté en un banco.
- Hola, que casualidad.
Miré quien era y me quedé sorprendida. Era la ex novia de John.
- ¿Ya no te quieren?
- Me he ido yo.
- Si, seguro.
- Es verdad, no quería que cargasen conmigo.
- Bueno, ya verás como estás mejor sin él. Si quieres te puedes venir conmigo.
- No, gracias.
- Como quieras.
Yo seguí sentada sin moverme y al cabo de un rato la vi aparecer con Tom.